Oporto
¡Oporto es puro encanto decadente! Es de esas ciudades que se sienten auténticas, con fachadas de azulejos, ropa tendida en los balcones y olor a vino en el aire. Tiene ese aire nostálgico, pero con mucha vida.
Nosotros nos fuimos en avión con unos amigos y fue un fin de semana muy entretenido.
Qué hacer en Oporto
Callejear por la Ribeira: Es el barrio más pintoresco, junto al río Duero, con casitas de colores y bares con terraza.
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Consejo: Llega al atardecer y tómate una copa de vino mirando el puente Dom Luís I iluminado. Es mágico.
Cruzá el Puente Dom Luís I caminando (mejor por arriba) y llega a Vila Nova de Gaia, donde están las famosas bodegas de vino de Oporto.
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Consejo: Haz una cata en alguna como Sandeman o Graham’s. Te explican todo sobre el vino y terminas un poco feliz.
Estación de tren São Bento: Aunque no tomes el tren, entra. Está decorada con más de 20.000 azulejos que cuentan la historia de Portugal.
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Consejo: Es uno de los spots más bonitos para sacar fotos (y no todo el mundo lo sabe).
Iglesia de los Clérigos y su torre: Puedes subir y tener una vista panorámica de la ciudad.
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Consejo: Subí solo si no tenés vértigo, son muchas escaleras estrechas, pero vale la pena.
Librería Lello: Se dice que inspiró a J.K. Rowling para escribir Harry Potter. Es espectacular, pero suele estar llena.
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Consejo: Comprá entrada online con antelación, y si sos fan de los libros, es parada obligatoria.
Probar una francesinha: Es como un sándwich brutal con carne, embutido, queso fundido y salsa espesa. Una bomba.
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Consejo: En Café Santiago o Brasão está de locos.
¡Agrega un comentario con TUS tips de este destino!
Así poco a poco vamos armando un viaje increible juntando ambas experiencias.
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